Colaborativo I
Introducción.
“La disciplina es recordar lo que quieres”. –David Campbell. Los reglamentos son normas que desarrollan otras normativas de un rango jerárquico superior. Normalmente, las leyes necesitan un desarrollo de sus disposiciones y de este desarrollo se encarga el reglamento.
El reglamento, en otras palabras, es una norma más dentro de todos los tipos de normas que existen en el campo jurídico. Pero este tipo de normas goza de un menor rango que las leyes que emanan de las cámaras parlamentarias y por supuesto, de la Constitución.
Por otro lado, el desarrollo sustentable, es aquél que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones.
Conociendo el significado de estos términos podemos deducir la importancia de un reglamento enfocado al desarrollo sustentable. Esto con el objetivo de identificar y reducir al máximo aquellas actividades cuyas consecuencias perjudican de manera directa e indirectamente al ambiente.
¿Por qué este reglamento es necesario?
Constantemente estamos alterando el delicado equilibrio del planeta y este se ha encargado de hacérnoslo notar, y cada vez de forma más recurrente con devastadoras consecuencias derivadas de nuestros actos, tales como; sequías, mega incendios, inundaciones, pérdida de la biodiversidad y muchos más desastres naturales que cada vez son más feroces.
El medio ambiente y sus ecosistemas sufren de manera directa los perjudiciales efectos. Y es que la contaminación ambiental es una alternación negativa del estado natural de los seres vivos que habitan el planeta. Las causas de este tipo de contaminación dependen de varios agentes que varían según el ecosistema al que afecten.
Durante toda nuestra historia, los humanos, y nuestras actividades, hemos sido por mucho la mayor fuente de contaminación del planeta.
Lo que garantiza un riesgo para todos los seres vivos que habitan los diferentes ecosistemas del planeta. Actualmente la Organización Mundial de la Salud afirma que la mayor parte de los ciudadanos residen en áreas donde la contaminación ambiental está superando los límites establecidos como saludables. Muchas son las sustancias que repercuten negativamente no solo en la salud humana sino que también en la de miles de especies animales y de plantas que ven alterados sus hábitats por los efectos de la contaminación.
Si seguimos por este camino, tarde o temprano los daños producidos por las consecuencias de nuestras acciones serán irreparables. Nos veremos obligados a cambiar drásticamente nuestro estilo de vida, y aun así, nada volverá a ser como solía serlo, el mundo cambiara para siempre, las futuras generaciones pagaran y lidiarán con las consecuencias de nuestros errores. Podrían ser tus hijos, o los míos, o los de tus hermanos, tus vecinos etc. ¿Es eso lo que quieres para ellos?
Por suerte aún no hemos llegado a ese irreparable punto, todavía podemos cambiar, tenemos la oportunidad de corregir nuestros errores y los de nuestros antepasados pero seamos honestos, jamás lo lograremos solos.
Desafortunadamente, en ocasiones simplemente optamos por aquella actividad que es más lucrativa sin importar el daño que esta misma ocasiona. Necesitamos que algo nos obligue a cambiar eso, al menos mientras nos educamos correctamente y le demos al ambiente y al planeta la importancia que se merecen. Hoy en día es necesario que algo nos haga pensarlo dos veces antes de decidirnos por aquella actividad que genera más ingresos. Debemos organizar nuestras prioridades, pero precisamos algo que nos haga seguir esa organización. Un reglamento que describa específicamente los límites que se deben tener con el ambiente y los ecosistemas, y que además, estipule una serie de consecuencias para aquellos que mantengan su postura en cuanto al lucro y el ambiente y decidan no seguir este reglamento internacional.
Conclusión.
Actualmente tenemos la oportunidad de cambiar el destino del mundo. A pesar de todo, merecemos un cambio y un buen futuro, porque así como hemos cometido errores, también hemos creado cosas maravillosas. Al final todo se trata de aprender, aprender de nuestros errores para así evitar cometerlos de nuevo. Podemos generar esta serie de normas para dejar que nos guíen hacia un mejor futuro. Y de esta manera, más que un reglamento, será una esperanza
Comentarios
Publicar un comentario